jueves, 3 de marzo de 2016

Síndrome de Diógenes

Seguí Dioniso  que era  Diógenes cuando le di la vuelta
El hedonismo y la desesperación dos caras de la misma moneda
colecciono frustración  y millones de problemas
mi mente  un vertedero donde todos echan mierda

Hago hablar a mi guitarra que llora por las noches
duerme mal y no recuerda donde las musas se esconden
Olvidé  como sonaba  adiós a esos cuatro acordes
Solo escupe pena cuando acaricio sus venas de bronze

En mi cráneo viven varios y aún así me siento solo
Es como querer escuchar música y ver que te estás quedando  sordo
encerrado en un castillo  tapiado por mil tochos
no hay que engañarse aunque juntes las piezas el espejo sigue roto

Llevo el corazón y el alma a juego vestidos de Cuervo
tienen alas pa escaparse y  de bruces contra el techo
no son cicatrices, son mis pelos que se cruzan en el pecho
se unen con mi barba y la meso mientras pienso

No existen damas ni doncellas ni siquiera princesas
Las mujeres que me gustan son más que un par de tetas
que me deje sin palabras , que me ponga con su lengua
estimule mis sentidos sin tener que abrir las piernas

Hago de mis vicios un hobbie en los que ocupo todo el día
algo tiene que ver que con mi edad no encuentre sentido a la vida
Perdí mi ilusión que se fue con la esperanza un arrebato por bulerías
pero es mi pronto pa rendirse, no se ha acabado todavía.

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